martes, mayo 16, 2006

Bloqueo informativo para el Sáhara Occidental


Para Aminetu Haidar el problema del Sahara Occidental es el bloqueo informativo. Salió en enero de una cárcel marroquí tras ser torturada, según denuncia. A pesar de las amenazas que recibe, está en España 'para que el resto del mundo conozca nuestra lucha'. Asegura que, a su vuelta, irá del aeropuerto a la cárcel.

Olga Berrios / Redacción www.canalsolidario.org (09/05/2006)

Aminetu Haidar está estos días en España para recibir el premio Juan María Bandrés, entregado por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), por su compromiso en defensa de los derechos humanos. Haidar fue liberada en enero después de soportar la tortura y la privación de libertad durante siete meses en la Cárcel Negra de El Aaiún. Hoy aprovecha su visita para hablar a la sociedad española de la vulneración de derechos humanos en el Sahara Occidental, a pesar de que sabe que, a su vuelta, irá “directa del aeropuerto a la cárcel”. El perfil de una luchadora por los derechos humanosSu piel es de un color ocre pálido y usa gafas. El óvalo de su cara está enmarcado por un colorido malefa, el traje típico de las mujeres saharauis. Ante las cámaras, posa con su cuerpo frágil en una actitud firme: su mano hace una uve, el signo tanto de la victoria como de la paz. Éste es el perfil de Aminetu Haidar, una saharaui de 39 años con dos hijos cuyo currículo está marcado por una lucha constante a pesar de haber sufrido varios secuestros y amenazas del gobierno marroquí. Haidar reside en la ciudad ocupada de El Aaiún y fue allí, en el año 1987, cuando se sumó a la trágica lista de saharauis víctimas de los abusos policiales y a la vez al grupo de saharauis que luchan pacíficamente por tener un lugar en el mundo. Su delito: participar en manifestaciones por la autodeterminación de su pueblo. “Con 20 años sufrí el peor de los crímenes –relata ella misma–. Me raptaron por la noche de la casa de mis padres y estuve 3 años y varios meses retenida en una mazmorra, en un lugar del que nadie tenía conocimiento”. Del cautiverio al activismo En aquel lugar, y durante todo ese tiempo, según denuncia Haidar, ella y 63 personas más malvivieron con los ojos vendados y alimentándose de una comida plagada de basura e insectos. Durante tres semanas, según cuenta, aguantaron constantes torturas, amenazas e interrogatorios. “Había dos personas ciegas, una de ellas de 75 años, pero a pesar de su ceguera también debían llevar los ojos vendados”, recuerda. Sin embargo, otros y otras lo han pasado peor resistiendo entre 10 y 16 años esas condiciones y otros crímenes todavía más bestiales. Y, aún así, tras salir de su cautiverio, muchos decidieron dedicar su vida a la protección de los derechos humanos. Comenta que “el problema del Sahara Occidental es vivir bajo un bloqueo informativo”, debido al cual la comunidad internacional ha vivido durante mucho tiempo de espaldas de esta realidad. Una trayectoria por los derechos humanos Desde el movimiento por los derechos humanos, se llamó a las puertas de organizaciones marroquíes, argelinas, españolas e internacionales. Han realizado una auténtica labor informativa organizando encuentros con víctimas y familiares de desaparecidos. Haidar ha participado en iniciativas como el Comité de coordinación de las víctimas de desapariciones forzadas y de detenidos del Sahara, en 1994; el Comité para la Liberación de Sidi Mohmed Daddach y todos los detenidos saharauis, en 2001; o el Comité por la liberación de Ali Salem Tamek y los detenidos saharauis, en 2003. Así el mundo ha empezado a sorprenderse con estas historias. Quieren alzarse como la voz de las víctimas en un lugar en donde “los opresores te permiten vivir en armonía si eres sordo, ciego y mudo”.

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