lunes, abril 17, 2006

Chernobil, la pesadilla continúa 20 años después


Millones de personas sufren aún los devastadores efectos de la mayor catástrofe de la historia nuclear civil

TEXTO: AGENCIAS / CHERNOBIL (UCRANIA)

VEINTE años después de aquel 26 de abril de 1986, cuando el reactor número cuatro de la central de Chernobil estalló, millones de personas siguen sufriendo los devastadores efectos, económicos, sociales y ecológicos, de la mayor catástrofe de la historia nuclear civil.La central, orgullo de la industria ex soviética, estaba en Ucrania, cerca de la frontera con Bielorrusia, ambas por aquel entonces parte integrante del todavía imperio soviético. La explosión produjo una nube radioactiva de gran intensidad que contaminó gran parte de Europa. Aun así, durante casi un mes Moscú mantuvo un completo mutismo antes de decidir la evacuación de 135.000 habitantes de la zona.Pasado ese tiempo, cuando las consecuencias empezaban a ser perceptibles, el Kremlin envió a unas 600.000 personas, entre bomberos, civiles y soldados, que fueron apodados los 'liquidadores', para construir un sarcófago en el que encerrar herméticamente el reactor dañado durante al menos 20 ó 30 años.Por aquel entonces se presagiaron decenas de miles de muertos que, sin embargo, un balance hecho público por la ONU en septiembre de 2005 redujo a 4.000 en Ucrania, Bielorrusia y Rusia debido a cánceres aparecidos a consecuencia de las radiaciones de Chernobil. No obstante, ese balance recibió fuertes críticas, como las del grupo ecologista Greenpeace, que lo tachó de campaña de desinformación «insultante para las víctimas».ImpactoUn estudio realizado por científicos británicos y difundido el 11 de abril en Kiev cifró el número de muertes relacionadas con Chernobil entre 30.000 y 60.000. El impacto de la contaminación nuclear sobre la salud mental y física de la población afectada también fue muy serio, sobre todo teniendo en cuenta que cinco millones de personas siguen viviendo en las zonas irradiadas.«Al principio teníamos miedo de nosotros mismos; se decía que estábamos sucios y así nos sentíamos», recordó Liubov Sirienko, que tuvo que reconstruir su vida en otro lugar tras ser forzosamente evacuado de la zona cuando tenía 42 años.Un total de 350.000 personas fueron evacuadas, 784.320 hectáreas de terrenos agrícolas pasaron a ser zonas prohibidas para el cultivo y en otras 700.000 hectáreas se prohibió la producción de madera. El coste de la catástrofe ascendió a «centenares de millares de dólares», según las Naciones Unidas, y dos décadas después de la catástrofe las regiones afectadas siguen social y económicamente devastadas.A esta situación hay que añadir que el sarcófago, lleno de fisuras, amenaza con ceder y debe construirse un arco hermético, cuyo coste sobrepasará los 1.000 millones de dólares, según el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD).Un sigloChernobil no será una zona segura hasta «antes de, al menos, un siglo después de la construcción del arco», respondió Yulia Marussich, portavoz de la central. Marussich precisó que el almacenamiento definitivo de las toneladas de desechos radioactivos existentes entre los escombros «no está previsto».Los efectos de Chernobil a largo plazo en el medio ambiente y la salud pública son también una incógnita. Algunos expertos observaron ya un recrudecimiento de ciertas enfermedades, como el cáncer de tiroides, entre los adultos. En cuanto a las consecuencias para el medio ambiente, «actualmente no vemos nada, pero podrían aparecer modificaciones genéticas en unos 50 años», concluyó Rudolph Alexahin, director del Instituto de Radiología Agrícola de Moscú.

No hay comentarios: