martes, marzo 14, 2006

Yo acuso al islam


Ayaan Hirsi Ali reivindica un proceso ilustrado para la religión musulmana

MIGUEL ÁNGEL TRENAS - 00:00 horas - 14/03/2006

En Yo acuso, publicado por Galaxia Gutenberg /Círculo de Lectores, la parlamentaria holandesa de origen somalí Ayaan Hirsi Ali reúne una serie de discursos, ensayos y artículos en los que clama por una época ilustrada para el islam y por que Occidente contribuya a la generación de un Voltaire del mundo musulmán. La autora, educada como una buena musulmana -"el islam era nuestra ideología, nuestra política, nuestra moral, nuestro derecho y nuestra identidad"-, huyó a los 23 años de un matrimonio concertado con alguien a quien no conocía. Se instaló en Holanda, donde estudió Ciencias Políticas e ingresó en el Partido Laborista holandés, donde inició una intensa actividad en favor de los derechos de la mujer en el ámbito musulmán que la lleva a figurar entre las cien personalidades mundiales más influyentes según la revista Time.Tras el atentado del 11-S en Nueva York, Hirsi Ali decidió abandonar sus creencias musulmanas "porque no había diferencia entre lo que decía mi religión y el mensaje póstumo que dejó Mohamed Atta". Al año siguiente, Hirsi Ali abandonó el Partido Laborista e ingresó en el Liberal, desencantada con una izquierda "que tiene una marcada tendencia a culparse a sí misma y a considerar al resto del mundo como víctima". En el año 2004, su nombre y una amenaza de muerte aparecieron en la nota dejada por el asesino junto al cadáver de Theo van Gogh, cineasta con el que trabajaba en Submission Part I, filme en el que se denunciaba la situación de la mujer en el mundo musulmán.

EL MIEDO Y EL SEXO. "Comencé a mirar de manera crítica mi propia fe y descubrí tres elementos a los que antes apenas había prestado atención. El primero es que los musulmanes mantienen con su Dios una relación basada en el miedo. El segundo es que el islam conoce una sola fuente moral: el profeta. Mahoma es infalible. Finalmente vi cómo el islam está fuertemente dominado por una moral sexual tribal de los tiempos del profeta. Una cultura donde las mujeres son propiedad de sus padres, hermanos, tíos, abuelos, tutores. Pensé entonces que, si Alá existe, la palabra del profeta no es absoluta, sino que es susceptible de crítica".

LA IZQUIERDA RELATIVISTA. "Lo que no esperaba es la reacción de la izquierda. Me sorprendió su argumento de que con mi crítica al multiculturalismo yo estaba contribuyendo a reforzar la extrema derecha. Hace falta tanto una reflexión sobre la religión islámica como sobre las políticas multiculturalistas en boga, que permiten la permanencia de normas culturales y religiosas que frenan el proceso de emancipación de los musulmanes".

RIESGO CONSCIENTE."Yo sabía que iba a asumir riesgos. El rechazo de mi familia, las amenazas a mi vida, las críticas desde la izquierda. El mundo islámico está cerrado a la crítica, pero si no se hace una revisión desde dentro, Occidente corre el peligro de caer en la barbarie".

CRÍTICAS A BUSH Y BLAIR. "Tras el 11-S era evidente que se iban a producir intervenciones bélicas. La guerra debería ser siempre la última solución. También critiqué las afirmaciones de Bush y Blair en el sentido de que el islam era una religión de paz. No es así, dos tercios de los conflictos del mundo tienen su origen en la religión islámica".

UN VOLTAIRE PARA EL ISLAM. "El hecho de que no exista ningún Spinoza, Voltaire o Kant islámicos no es óbice para que los musulmanes no puedan utilizar las obras de esos pensadores. Aceptamos los avances tecnológicos de Occidente pero negamos su audacia para pensar de manera autónoma".

VER LOS ERRORES. "Hay que hacer una aproximación al islam como se hizo con el comunismo, desde fuera y desde dentro. Hay que animar a que se abandonen los precepctos que no son positivos. La idea de Bin Laden es volver a un califato del siglo VII, estilo Mahoma. Hace falta una batalla ideológica que muestre que el profeta, en muchas cosas, estaba equivocado".

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