jueves, noviembre 27, 2008

¿Pensar? ¿Estudiar?

Arcadi Espada (Barcelona, 1957)
Columnista de El Mundo y profesor de Periodismo en la Universidad Pompeu Fabra. El tema de este blog es su oficio y, más concretamente, el periódico donde escribe.


"Aún no ha llegado el momento de escribir sobre el artículo que se publicó el lunes en la contraportada de la competencia. Lo que hay escribir, y que se escribirá, rebasa ese artículo y la propia competencia. En efecto, premio para el caballero: lo que hay que escribir trata de mí.
Dado que el momento no ha llegado, ni pensaba mencionarlo. Ya lo han hecho, y bien, Santiago González, Antonio Muñoz Molina y Hermann Tertsch. Pero es que aún no había recibido esta carta, modélica, de Íñigo Valverde. Es una carta que se llama «Estudiar, nunca, ¿para qué?» y que dice:

Querido Arcadi: No sé si habrá leído usted el sorprendente (¿o no?) artículo de Almudena Grandes en El País de ayer que ha hecho reaccionar a Antonio Muñoz Molina y a Herman Tertsch, con cierta justicia, a mi entender. No voy a opinar sobre la apología de la violación que pueda leerse en el texto de la señora Grandes, ya lo han hecho ellos. Yo matizaría algo, pero no es eso lo que me inspira ahora. Grandes cita un artículo del mismo periódico (socialdemócrata) en el que atribuían a la Madre Maravillas la frase o conseja "Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta", y la usa para apoyar con un extraño sentido de la ecuanimidad su argumentación a favor del juez Garzón con un chiste a propósito del goce que hubiera podido producirle a la monja un encuentro con "una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos"... Y sigue diciendo "En 1974, al morir en su cama, recordaría con placer inefable aquel intenso desprecio, fuente de la suprema perfección. Que la desbeatifiquen, por favor." Tampoco voy a ponerme a esperar que la Ministra Aido salga a escandalizarse por tan machista "broma". Sin dejar de ser consciente de que una columna, o incluso un reportaje de varias páginas, no da para muchas precisiones (aunque si permitan aportar granitos de arena a estrategias manipuladoras) me voy a conformar con señalar un vicio periodístico: La frase atribuida a la Madre Maravillas, en realidad, es de San Juan de la Cruz. No es difícil de encontrar: está en el versículo 32 de los Avisos Espirituales... La señora Grandes, el reportero de El País y tantos chistosos que comentan sobre "sadomasoquismo" no parecen haberse enterado. En todo caso, nadie ha acusado al poeta de apologista de la violencia de género. Por lo demás, el femenino de la frase ("32. Déjate enseñar, déjate mandar, déjate sujetar y despreciar y serás perfecta.") se refiere al alma, a la que el poeta se dirige en arrebato místico, como habría dicho D. Francisco, mi profesor de Literatura en el colegio. Pero ya se sabe, en nuestra terrible Iberia, la gente primero opina y después dispara. Estudiar, nunca, ¿para qué...?»
Un cordial saludo,
Iñigo Valverde
Luxemburgo


Por lo demás yo no habría podido ni soñar extensión más adecuada para mi columna de hoy.
Buenos días"

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