martes, agosto 21, 2007

Derechos laborales femeninos en Arabia Saudí

HRW denuncia la precaria situación de las trabajadoras emigrantes en Arabia Saudí. Dos millones de mujeres son empleadas del hogar

EFE

NUEVA YORK.- La organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denunció la situación de las trabajadoras emigrantes en Arabia Saudí, donde muchas sufren palizas y abusos de sus empleadores sin que el Gobierno intervenga para evitar esas violaciones.
"El asesinato de dos trabajadoras indonesias por parte de sus empleadores en Arabia Saudí subraya el fracaso del Gobierno saudí para que estos sean considerados responsables de abusos", criticó HRW, que señaló un reciente caso en el que otras dos mujeres de esa nacionalidad resultaron heridas de gravedad.
A principios de agosto siete miembros de una familia saudí que empleaban a cuatro indonesias como trabajadoras domésticas las pegaron y acusaron de practicar magia negra contra uno de ellos. Siti Tarwiyah Slamet, de 32 años, y Susmiyati Abdul Fulan, de 28, murieron a causa de las palizas. Sus compañeras Ruminih Surtim, de 25, y Tari Tarsim, de 27, están aún en cuidados intensivos en un hospital de Riad.
"Esos brutales asesinatos se producen en una atmósfera de impunidad alimentada por la falta de acción del Gobierno", afirmó una de las responsables de HRW, Nisha Varia, que subrayó que "no sólo se fracasa en la investigación o en la persecución de los empleadores, sino que se obstaculiza que los trabajadores reciban justicia".
Unos dos millones de mujeres de Indonesia, Sri Lanka y Filipinas, así como de otros países, trabajan como empleadas domésticas en Arabia Saudí.
"De manera general se les paga mal, trabajan mucho, se les confina en su lugar de trabajo y son sujeto de abusos verbales, físicos y sexuales", denunció Human Rights Watch. A menudo, esas empleadas también son acusadas de "robo, adulterio o fornicación en casos de violaciones o brujería".

Seguimiento de HRW

Durante las visitas que a finales de 2006 realizó HRW a Arabia Saudí y Sri Lanka entrevistó a mujeres ceilandesas encarceladas después de que sus patronos las hubieran violado y dejado embarazadas.
"Hace tres meses una mujer indonesia que trabajaba en la provincia de Al Qasim fue sentenciada a diez años de prisión y 2.000 latigazos por brujería, después de la reducción de su condena a pena capital", informó HRW. Asimismo, dijo que la embajada de Indonesia en Riad, "un mes después de haber sido sentenciada, no sabía de su detención ni del juicio de esa mujer". HRW señaló que "la mayoría de esas mujeres emigrantes no tienen acceso a intérpretes ni a información básica y legal sobre sus casos. El Gobierno saudí tarda meses o años en informar a las embajadas de la situación en la que están sus nacionales, si han sido detenidos u hospitalizados, obstaculizando la asistencia". La organización pidió al Gobierno de Riad que reforme sus leyes migratorias, que contienen perjuicios como que el trabajador tenga que pedir permiso a su empleador para dejar el país o cambiar de empleo. La misma fuente agregó que "las autoridades saudíes y las embajadas de países con trabajadores allí reciben cada año miles de quejas por explotación laboral o abusos, pero hay muchos más casos de los que no se sabe nada".
Indonesia, mediante su embajada en ese país árabe, ha abierto un centro de acogida de trabajadoras emigrantes que han presentado quejas contra sus empleadores por abusos y que en julio albergaba a 500 mujeres.

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